Encefalitis autoinmune

La encefalitis autoinmune es una enfermedad neurológica en la que el sistema inmunitario, por error, ataca estructuras propias del cerebro. Este ataque produce inflamación en distintas regiones encefálicas y genera síntomas neurológicos y psiquiátricos que pueden variar de leves a graves.
Causas y mecanismos
- Se origina por la producción de anticuerpos dirigidos contra receptores o proteínas cerebrales, como el receptor NMDA, AMPA, GABA, LGI1 o CASPR2.
- Puede presentarse sin causa aparente (idiopática) o asociada a un tumor (paraneoplásica), sobre todo teratomas ováricos en mujeres jóvenes.
- También puede aparecer después de infecciones virales que desencadenan una respuesta inmune anómala.
Síntomas principales
La presentación clínica suele ser progresiva e incluye:
- Síntomas psiquiátricos iniciales: ansiedad, psicosis, alucinaciones, cambios bruscos de conducta.
- Alteraciones de memoria y lenguaje.
- Crisis epilépticas.
- Movimientos anormales (discinesias, temblores, rigidez).
- Trastornos del sueño.
- En fases avanzadas puede haber alteraciones autonómicas (cambios en la presión arterial, frecuencia cardíaca, temperatura) y alteraciones de la conciencia hasta el coma.
Diagnóstico
El diagnóstico requiere un abordaje integral:
- Historia clínica detallada y exploración neurológica.
- Resonancia magnética cerebral (RMN), que puede mostrar áreas inflamadas.
- Electroencefalograma (EEG), útil para detectar actividad epiléptica o patrones específicos.
- Análisis de líquido cefalorraquídeo (punción lumbar), que puede mostrar inflamación y permite buscar anticuerpos específicos.
- Detección de tumores mediante estudios de imagen, en caso de sospecha paraneoplásica.
Tratamiento
El tratamiento busca frenar la respuesta inmune y manejar los síntomas:
- Inmunoterapia de primera línea:
- Corticoides en dosis altas.
- Inmunoglobulina intravenosa (IVIG).
- Plasmaféresis (para eliminar anticuerpos circulantes).
- Inmunoterapia de segunda línea (si no hay respuesta adecuada): rituximab o ciclofosfamida.
- Tratamiento del tumor asociado, si existe.
- Medicamentos sintomáticos para crisis epilépticas, alteraciones del ánimo o movimientos anormales.
- Rehabilitación neuropsicológica para recuperar funciones cognitivas.
Pronóstico
- Muchos pacientes logran recuperación parcial o completa con tratamiento temprano.
- La recuperación puede tomar meses o incluso años.
- Si no se trata, puede dejar secuelas graves o ser potencialmente mortal.
- El pronóstico es mejor en casos sin tumor y cuando se inicia tratamiento precozmente.