Síndrome de Fatiga Crónica (SFC): resumen completo

El Síndrome de Fatiga Crónica (SFC), también conocido como encefalomielitis miálgica (EM/SFC), es una enfermedad crónica y compleja que causa fatiga extrema, persistente y debilitante, que no mejora con el descanso y empeora con el esfuerzo físico o mental. Su causa exacta aún no se conoce, lo que dificulta el diagnóstico y el tratamiento.
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Características principales
• Fatiga intensa y constante, sin explicación médica evidente.
• Malestar post-esfuerzo (MPE): los síntomas empeoran después de realizar actividades que antes eran tolerables.
• Trastornos del sueño: dificultad para dormir bien, sueño no reparador.
• Dificultades cognitivas: pérdida de memoria, dificultad para concentrarse (lo que se conoce como “niebla mental”).
• Dolor muscular o articular, sin signos inflamatorios.
• Mareos al ponerse de pie (intolerancia ortostática).
• Dolor de cabeza crónico o migraña.
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Posibles causas (aún en estudio)
• Infecciones virales previas: como Epstein-Barr, citomegalovirus o COVID-19.
• Problemas inmunológicos: disfunción del sistema inmune.
• Desequilibrios hormonales: alteraciones del eje hipotálamo-hipófisis-suprarrenal.
• Factores genéticos.
• Estrés físico o emocional extremo.
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¿A quién afecta?
• Puede afectar a personas de cualquier edad, pero es más común en mujeres entre 30 y 50 años.
• También se han reportado casos en adolescentes y personas mayores.
• Se estima que hasta 2,5 millones de personas en EE.UU. podrían tener esta condición, aunque muchas no están diagnosticadas.
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Diagnóstico
No existe una prueba específica para detectar el SFC. El diagnóstico es clínico, es decir:
1. Se descartan otras enfermedades que puedan causar fatiga (como anemia, hipotiroidismo, depresión, etc.).
2. Se confirma si la fatiga:
• Dura más de 6 meses.
• No mejora con reposo.
• Se acompaña de otros síntomas como malestar post-esfuerzo y trastornos del sueño.
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Tratamiento
No hay una cura definitiva, pero los síntomas pueden aliviarse con estrategias combinadas:
1. Terapia farmacológica:
• Analgésicos para el dolor.
• Medicamentos para el sueño.
• Antidepresivos (en dosis bajas) si hay síntomas emocionales asociados.
2. Terapias no farmacológicas:
• Pacing (gestión del esfuerzo): adaptación de actividades para no sobrepasar los límites de energía.
• Terapia cognitivo-conductual (TCC): para manejar el impacto emocional y mejorar la calidad de vida.
• Rehabilitación gradual con ejercicios muy suaves, si el paciente los tolera (no siempre es recomendable).
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Pronóstico
• El curso es muy variable: algunas personas mejoran parcialmente, otras permanecen con síntomas por años.
• El SFC puede ser invalidante y afectar la vida laboral, social y familiar.
• Es fundamental el apoyo médico y emocional, así como el reconocimiento del entorno (muchos pacientes enfrentan incomprensión).
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Datos clave
• El SFC no es pereza ni depresión, aunque puede coexistir con trastornos del estado de ánimo.
• La enfermedad puede fluctuar, con “brotes” y periodos de relativa mejoría.
• Algunos casos recientes están vinculados al COVID prolongado (long COVID).