Deficiencia de vitamina D: causas, síntomas y consecuencias

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La vitamina D es una sustancia esencial para mantener la salud de los huesos, el sistema inmune, los músculos y muchos procesos metabólicos del cuerpo. Una deficiencia ocurre cuando los niveles en sangre son bajos, lo que puede generar alteraciones leves o incluso enfermedades graves si no se trata a tiempo.

¿Por qué es importante la vitamina D?

  • Favorece la absorción del calcio en el intestino
  • Contribuye a la formación y mantenimiento de los huesos
  • Participa en la modulación del sistema inmunológico
  • Ayuda a la función muscular y neurológica

Causas frecuentes de deficiencia

  1. Falta de exposición al sol: la vitamina D se produce en la piel con la luz solar (UVB).
  2. Uso excesivo de bloqueador solar o ropa que cubre todo el cuerpo.
  3. Piel muy oscura, ya que produce menos vitamina D con el sol.
  4. Edad avanzada: la piel pierde capacidad de sintetizar vitamina D.
  5. Dieta pobre en vitamina D: especialmente si no se consumen pescados grasos, huevos, lácteos fortificados, etc.
  6. Trastornos digestivos: como enfermedad celíaca, enfermedad inflamatoria intestinal o cirugía bariátrica, que afectan la absorción.
  7. Obesidad: la vitamina D queda retenida en el tejido graso.
  8. Problemas renales o hepáticos: que impiden la activación de la vitamina D.

Síntomas de deficiencia

  • Cansancio constante
  • Dolor muscular o debilidad
  • Dolores óseos (especialmente en piernas, caderas o columna)
  • Infecciones frecuentes
  • Depresión o cambios de ánimo
  • Caída del cabello
  • En casos graves: raquitismo en niños o osteomalacia/osteoporosis en adultos

¿Cómo se diagnostica?

Mediante un análisis de sangre que mide la concentración de 25-hidroxivitamina D (25(OH)D).

Los niveles de referencia suelen ser:

  • Normales: 30-50 ng/mL
  • Insuficiencia: 20-29 ng/mL
  • Deficiencia: menos de 20 ng/mL
  • Deficiencia severa: menos de 10 ng/mL

Tratamiento

  • Suplementos orales de vitamina D3 (colecalciferol) o D2 (ergocalciferol), en dosis según la gravedad del déficit.
  • En algunos casos, se recetan dosis altas semanales o mensuales hasta normalizar los niveles.
  • Exposición solar controlada: 10 a 20 minutos al día en brazos y piernas sin bloqueador.
  • Mejorar la dieta: incluyendo alimentos ricos o fortificados con vitamina D.

Consecuencias si no se trata

  • En niños: raquitismo, crecimiento deficiente, deformidades óseas
  • En adultos: osteomalacia, debilidad muscular, fracturas frecuentes
  • Aumento del riesgo de:
    • Infecciones respiratorias
    • Enfermedades autoinmunes (como esclerosis múltiple o artritis)
    • Diabetes tipo 2
    • Depresión
    • Hipertensión y problemas cardiovasculares

Prevención

  • Tener una exposición moderada y regular al sol
  • Mantener una dieta equilibrada
  • Consultar al médico antes de tomar suplementos, ya que el exceso de vitamina D también puede causar problemas (hipercalcemia)

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