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La malaria es una enfermedad infecciosa potencialmente grave causada por parásitos del género Plasmodium, que se transmiten a los seres humanos a través de la picadura de mosquitos hembra del género Anopheles. Es común en regiones tropicales y subtropicales, especialmente en África, Asia, América Latina y algunas partes de Oceanía.

Causas

La malaria es causada por cinco especies de Plasmodium, siendo las más comunes:

  • Plasmodium falciparum (el más letal)
  • Plasmodium vivax
  • Plasmodium ovale
  • Plasmodium malariae
  • Plasmodium knowlesi (menos frecuente, pero presente en el sudeste asiático)

Transmisión

La vía principal de transmisión es la picadura de mosquitos infectados. También puede transmitirse por:

  • Transfusiones de sangre
  • Agujas contaminadas
  • De madre a hijo durante el embarazo (transmisión congénita)

Síntomas

Generalmente aparecen entre 10 y 15 días después de la picadura del mosquito. Los síntomas más comunes son:

  • Fiebre alta
  • Escalofríos y sudoración
  • Dolor de cabeza
  • Náuseas y vómitos
  • Dolor muscular y articular
  • Fatiga
  • Anemia y coloración amarillenta de la piel (ictericia), en casos graves

Los síntomas pueden repetirse en ciclos de 48 a 72 horas dependiendo del tipo de Plasmodium.

Diagnóstico

El diagnóstico se confirma mediante:

  • Frotis de sangre (para observar los parásitos)
  • Pruebas rápidas de diagnóstico (detección de antígenos)

Tratamiento

El tratamiento depende del tipo de parásito y la gravedad de la enfermedad. Los medicamentos más utilizados incluyen:

  • Cloroquina (en zonas sin resistencia)
  • Artemisinina combinada (ACT)
  • Primaquina (para eliminar formas latentes en P. vivax y P. ovale)

En casos severos, se requieren tratamientos intravenosos y hospitalización.

Complicaciones

Si no se trata adecuadamente, la malaria puede causar:

  • Daño cerebral (malaria cerebral)
  • Falla renal o hepática
  • Anemia grave
  • Muerte (especialmente en infecciones por P. falciparum)

Prevención

  • Uso de mosquiteros tratados con insecticida
  • Ropa protectora y repelente de insectos
  • Drenaje de aguas estancadas
  • Medicamentos profilácticos (en viajeros a zonas endémicas)

La malaria es prevenible y curable, pero sigue siendo una de las principales causas de morbilidad y mortalidad en muchas partes del mundo. El control vectorial, el acceso a diagnóstico rápido y el tratamiento adecuado son esenciales para su combate.

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