Artritis reactiva: causas, síntomas y tratamiento

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La artritis reactiva es una forma de artritis inflamatoria que se desarrolla como reacción del sistema inmunológico a una infección en otra parte del cuerpo, generalmente en el tracto urinario, genital o gastrointestinal. No es causada por la infección en sí dentro de la articulación, sino por una respuesta inmune posterior.

Causas

La artritis reactiva suele aparecer de una a cuatro semanas después de una infección bacteriana. Las bacterias más comúnmente asociadas incluyen:

Chlamydia trachomatis (infección de transmisión sexual)

Salmonella

Shigella

Campylobacter

Yersinia

Estas infecciones pueden ser gastrointestinales o urogenitales. No todas las personas que contraen estas infecciones desarrollan artritis reactiva; parece haber una predisposición genética, especialmente en personas que portan el gen HLA-B27.

Síntomas

Los síntomas pueden variar en intensidad y duración, y afectan más comúnmente a personas entre 20 y 40 años. Los principales incluyen:

Dolor e inflamación articular, especialmente en rodillas, tobillos o pies

Dolor en la parte baja de la espalda o glúteos

Entesitis (dolor donde los tendones se insertan en los huesos, como el talón)

Conjuntivitis o uveítis (ojos rojos, dolorosos o visión borrosa)

Uretritis (ardor al orinar o secreción)

Úlceras en la boca o lesiones en la piel (como queratodermia blenorrágica)

Fatiga y malestar general

El cuadro clásico se conoce como el síndrome de Reiter: artritis, conjuntivitis y uretritis, aunque no todos los pacientes presentan la tríada completa.

Diagnóstico

No existe una prueba específica para la artritis reactiva. El diagnóstico se basa en:

• Historia clínica (presencia de infección reciente)

• Examen físico (inflamación articular, ocular, genital)

• Análisis de sangre (puede mostrar inflamación, presencia del HLA-B27)

• Cultivos o pruebas de orina, heces o secreciones genitales para detectar infecciones

• Radiografías o ecografías articulares (en casos prolongados)

Tratamiento

El tratamiento se enfoca en controlar los síntomas y tratar la infección subyacente si aún está activa.

1. Antibióticos

• Indicados solo si la infección original aún está presente (especialmente en infecciones genitales como clamidia).

• No eliminan la artritis una vez que ha comenzado.

2. Antiinflamatorios no esteroides (AINEs)

• Ibuprofeno, naproxeno o diclofenaco ayudan a reducir dolor e inflamación.

3. Corticoides

• Inyecciones locales en articulaciones inflamadas o uso oral en casos más severos.

4. Fisioterapia

• Mejora la movilidad articular y previene rigidez.

5. Medicamentos modificadores de la enfermedad (FARME)

• En casos persistentes (más de 6 meses), se puede recurrir a sulfasalazina o metotrexato.

Pronóstico

• En la mayoría de los casos, la artritis reactiva mejora en semanas o meses.

• Algunas personas pueden tener recurrencias o evolucionar hacia una forma crónica.

• Los pacientes con HLA-B27 positivo tienen más riesgo de síntomas prolongados o afectación axial (columna).

El tratamiento temprano de la infección inicial y el control de la inflamación son fundamentales para evitar complicaciones.

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