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El síndrome de Sjögren es una enfermedad autoinmune crónica que se caracteriza por la destrucción progresiva de las glándulas exocrinas, especialmente las que producen lágrimas y saliva. Es una afección que afecta principalmente a mujeres de mediana edad y puede presentarse como una enfermedad primaria o secundaria, asociada a otros trastornos autoinmunes como lupus eritematoso sistémico o artritis reumatoide.

Síntomas principales:

  • Sequedad ocular (xeroftalmia): sensación de arenilla, ardor, enrojecimiento ocular y visión borrosa.
  • Sequedad bucal (xerostomía): dificultad para masticar, tragar o hablar, aumento de caries y enfermedades periodontales.
  • Fatiga crónica.
  • Dolores articulares o musculares.
  • Inflamación de glándulas salivales, especialmente las parótidas.
  • Piel seca, sequedad vaginal, y otros síntomas sistémicos en casos más avanzados.

Causas y factores de riesgo:

La causa exacta del síndrome de Sjögren no se conoce, pero se cree que resulta de una combinación de factores genéticos, hormonales y ambientales. Tiene una mayor incidencia en mujeres (9 de cada 10 casos) y suele manifestarse entre los 40 y 60 años.

Diagnóstico:

  • Prueba de Schirmer para medir la producción de lágrimas.
  • Análisis de sangre para detectar anticuerpos específicos (anti-Ro/SSA y anti-La/SSB).
  • Biopsia de glándula salival labial.
  • Pruebas de imagen como gammagrafía o ecografía de glándulas salivales.
  • Flujo salival y análisis de saliva.

Tratamiento:

Aunque no existe una cura definitiva, el tratamiento se orienta a aliviar los síntomas y prevenir complicaciones:

  • Lágrimas y saliva artificiales.
  • Medicamentos inmunomoduladores como hidroxicloroquina o metotrexato en casos con afectación sistémica.
  • Estimulantes salivales como pilocarpina o cevimelina.
  • Cuidado dental frecuente para prevenir caries.
  • Medidas generales como humidificadores ambientales, evitar el tabaco y una adecuada hidratación.

Complicaciones posibles:

  • Caries dentales y enfermedad periodontal.
  • Infecciones oculares recurrentes.
  • Inflamación de órganos internos como pulmones, riñones o sistema nervioso.
  • Vasculitis cutánea.
  • Mayor riesgo de linfoma no Hodgkin en algunos pacientes.

El síndrome de Sjögren requiere un enfoque multidisciplinario para su manejo adecuado, con la participación de oftalmólogos, reumatólogos, dentistas y otros especialistas según el caso.

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