Polimiositis: enfermedad inflamatoria muscular

0
IMG_5837
Spread the love

La polimiositis es una enfermedad inflamatoria crónica que afecta principalmente a los músculos esqueléticos, causando debilidad muscular progresiva. Se clasifica dentro de las miopatías inflamatorias idiopáticas, y aunque su origen exacto no se conoce, se cree que es de naturaleza autoinmune.

Este trastorno implica que el sistema inmunológico ataca por error a las fibras musculares sanas, lo que provoca inflamación y daño muscular. La enfermedad afecta principalmente a adultos, con mayor frecuencia en mujeres que en hombres, y suele comenzar entre los 30 y 60 años.

Los síntomas principales incluyen debilidad muscular simétrica, especialmente en los músculos proximales, como los de los hombros, caderas, cuello y parte superior de los brazos y muslos. Esta debilidad puede dificultar actividades cotidianas como levantarse de una silla, subir escaleras o levantar objetos.

Algunas personas también experimentan dolor muscular, fatiga generalizada, dificultad para tragar (disfagia), pérdida de peso y fiebre. La progresión de la enfermedad es generalmente lenta, pero sin tratamiento puede causar una pérdida significativa de la función muscular.

El diagnóstico se basa en una combinación de la historia clínica, examen físico, pruebas de laboratorio (como niveles elevados de creatina quinasa en sangre), electromiografía, resonancia magnética y biopsia muscular, que suele ser fundamental para confirmar el diagnóstico.

El tratamiento principal consiste en el uso de corticosteroides como la prednisona para reducir la inflamación. Si no hay respuesta adecuada o si se requiere reducir la dosis de esteroides, se pueden utilizar inmunosupresores como azatioprina o metotrexato. En casos más resistentes, se consideran terapias biológicas o inmunoglobulinas intravenosas.

Además del tratamiento farmacológico, la fisioterapia y la rehabilitación son esenciales para preservar la fuerza y movilidad muscular. El seguimiento médico continuo es importante para ajustar el tratamiento según la evolución clínica y para descartar complicaciones asociadas, como enfermedades pulmonares o malignidades.

Aunque no tiene cura, muchos pacientes con polimiositis logran controlar los síntomas y mantener una buena calidad de vida si reciben atención médica oportuna y adecuada.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *