Síndrome de Klinefelter: una alteración genética en varones

El síndrome de Klinefelter es un trastorno genético que afecta a los varones y se caracteriza por la presencia de un cromosoma X adicional. En lugar del patrón genético masculino típico 46,XY, las personas con este síndrome tienen un cariotipo 47,XXY.
¿Cómo ocurre?
Durante la formación de los óvulos o espermatozoides, puede producirse un error en la división celular (no disyunción) que lleva a un gameto con un cromosoma X extra. Al unirse con un gameto normal, el embrión resultante tiene un cromosoma de más.
Características físicas y clínicas
No todos los afectados presentan los mismos signos, pero entre los más comunes se encuentran:
• Talla alta y extremidades largas
• Pubertad incompleta o retrasada
• Testículos pequeños (hipogonadismo)
• Poca o nula producción de espermatozoides (infertilidad)
• Ginecomastia (desarrollo mamario leve)
• Bajo tono muscular
• Disminución del vello facial y corporal
• Dificultades para el aprendizaje del lenguaje o la lectura
• Problemas emocionales o sociales, especialmente en la adolescencia
Diagnóstico
El diagnóstico suele realizarse mediante:
• Cariotipo: análisis genético que revela el patrón 47,XXY.
• Análisis hormonales: para evaluar niveles de testosterona, LH y FSH.
• En algunos casos, el síndrome se detecta durante estudios de fertilidad en adultos.
Tratamiento
Aunque no tiene cura, el tratamiento puede mejorar significativamente la calidad de vida:
• Terapia con testosterona: ayuda al desarrollo físico masculino y mejora la energía, masa muscular y estado de ánimo.
• Apoyo educativo: para abordar dificultades de aprendizaje desde edades tempranas.
• Terapia del lenguaje y psicopedagogía.
• Reproducción asistida, en algunos casos, mediante técnicas como la extracción de espermatozoides testiculares (TESE).
Fertilidad y vida adulta
La mayoría de los hombres con Klinefelter son infértiles, aunque con avances médicos, algunos pueden lograr la paternidad. Con el diagnóstico y tratamiento adecuados, pueden llevar una vida activa, trabajar, estudiar y tener relaciones sociales normales.
Frecuencia
El síndrome afecta aproximadamente a 1 de cada 500 a 1,000 varones nacidos vivos, aunque muchos casos no se diagnostican hasta la adolescencia o adultez, y algunos nunca se detectan.