Prediabetes
La prediabetes es una condición metabólica en la que los niveles de glucosa en sangre son más altos de lo normal, pero aún no alcanzan los valores diagnósticos de diabetes tipo 2. Es una etapa intermedia que funciona como una señal de alarma, porque indica que el organismo está empezando a tener dificultades para manejar el azúcar en la sangre. La buena noticia es que esta condición es reversible en la mayoría de los casos mediante cambios en estilo de vida.
Qué sucede en el cuerpo
En la prediabetes, las células del cuerpo comienzan a volverse menos sensibles a la insulina, hormona producida por el páncreas que permite que la glucosa entre a las células para ser utilizada como energía. Este fenómeno se llama resistencia a la insulina.
Como consecuencia, el páncreas produce más insulina para compensar, pero con el tiempo esta respuesta no es suficiente y la glucosa empieza a elevarse.
Valores diagnósticos
Existen distintos estudios para detectar la prediabetes:
– Glucosa en ayunas: 100 a 125 mg/dL.
– Hemoglobina glucosilada (HbA1c): 5.7 % a 6.4 %.
– Prueba de tolerancia a la glucosa (PTGO): 140 a 199 mg/dL a las dos horas de ingerir una carga de glucosa.
Tener cualquiera de estos valores en el rango mencionado es suficiente para el diagnóstico.
Factores de riesgo
Las personas que tienen mayor probabilidad de desarrollar prediabetes incluyen:
– Sobrepeso u obesidad, especialmente con acumulación de grasa abdominal.
– Antecedentes familiares de diabetes tipo 2.
– Sedentarismo.
– Hipertensión o colesterol elevado.
– Síndrome de ovario poliquístico en mujeres.
– Edad mayor de 45 años.
– Haber tenido diabetes gestacional.
– Historia de enfermedades cardiovasculares.
Síntomas
La mayoría de las personas con prediabetes no presenta síntomas.
En casos avanzados o cuando los niveles de glucosa están más altos, puede aparecer:
– Aumento de la sed.
– Cansancio.
– Visión borrosa.
– Aumento de la frecuencia urinaria.
Estos síntomas suelen indicar que la condición está progresando hacia diabetes.
Riesgos y complicaciones
Si no se corrige, la prediabetes puede evolucionar a diabetes tipo 2, que a largo plazo aumenta el riesgo de:
– Enfermedades cardíacas.
– Daño renal.
– Problemas de visión.
– Enfermedad vascular periférica.
– Neuropatía diabética.
Sin embargo, detectarla a tiempo permite evitar o retrasar estas consecuencias de forma significativa.
Tratamiento principal
El tratamiento se centra en cambios en el estilo de vida que ayudan a mejorar la sensibilidad a la insulina y a bajar los niveles de glucosa.
Recomendaciones clave
- Actividad física: al menos 150 minutos semanales de ejercicio moderado, como caminar rápido.
- Pérdida de peso: bajar entre 5 % y 10 % del peso corporal puede normalizar los niveles de glucosa.
- Alimentación equilibrada:
– Reducir azúcar y harinas refinadas.
– Aumentar consumo de verduras, frutas enteras, legumbres y granos integrales.
– Elegir proteínas magras y grasas saludables. - Dormir bien y manejar el estrés: ambos influyen en los niveles de glucosa.
- Evitar bebidas azucaradas: son una de las principales causas de picos de glucosa.
Medicamentos
Aunque no siempre se requieren, algunos médicos indican metformina en personas con:
– Alto riesgo cardiovascular.
– Obesidad significativa.
– Antecedentes de diabetes gestacional.
– Glucosa muy cercana al rango de diabetes.
La metformina ayuda a mejorar la sensibilidad a la insulina y a reducir la progresión hacia diabetes.
Prevención
Las mismas recomendaciones del tratamiento sirven para prevenir la aparición de prediabetes en personas con factores de riesgo. Mantener un estilo de vida saludable sigue siendo la medida más efectiva.
Pronóstico
La prediabetes es reversible. Con cambios adecuados, muchas personas regresan a niveles normales de glucosa. Identificarla y actuar a tiempo es esencial para proteger la salud a largo plazo.
