Rubeola (Sarampión): Descripción Completa
La rubeola, también conocida como sarampión, es una enfermedad vírica altamente contagiosa causada por el virus del sarampión, perteneciente al género Morbillivirus. A pesar de que puede prevenirse casi por completo mediante vacunación, sigue siendo una de las infecciones más transmisibles que existen.
Características generales
El virus se transmite principalmente a través de gotículas respiratorias expulsadas al toser, estornudar o hablar. También puede permanecer suspendido en el aire o depositado en superficies durante hasta 2 horas, lo que facilita un contagio rápido en espacios cerrados. Basta con que una persona no inmunizada inhale el virus para infectarse.
Periodo de incubación y evolución
- Incubación: aproximadamente 7–14 días después de la exposición.
- Fases de la enfermedad:
- Pródromo: fiebre alta, tos persistente, rinorrea (moqueo nasal) y conjuntivitis.
- Manifestaciones específicas: aparición de manchas de Koplik, pequeños puntos blanquecinos en la mucosa bucal, considerados casi patognomónicos.
- Exantema: un rash maculopapular rojo que inicia en la cara y se extiende gradualmente hacia el tronco y las extremidades.
Complicaciones posibles
Aunque muchas personas se recuperan sin secuelas, el sarampión puede producir complicaciones graves, especialmente en niños pequeños, mujeres embarazadas y personas inmunocomprometidas. Entre las complicaciones más frecuentes o severas se incluyen:
- Otitis media
- Neumonía (una de las principales causas de mortalidad asociada)
- Encefalitis
- Diarrea severa y deshidratación
- En casos muy raros y tardíos, panencefalitis esclerosante subaguda (PESS)
Prevención
La herramienta más eficaz para controlar y evitar la rubeola es la vacuna triple viral (MMR), que protege contra sarampión, paperas y rubéola.
Las recomendaciones habituales son:
- Primera dosis: entre los 12 y 15 meses
- Segunda dosis: entre los 4 y 6 años
Las personas que reciben ambas dosis tienen una protección superior al 97%.
Tratamiento
No existe un tratamiento antiviral específico contra el virus. El manejo se basa en cuidados de soporte, como hidratación adecuada, control de la fiebre y manejo de síntomas respiratorios. En algunos casos, especialmente en niños con deficiencias nutricionales, se administra vitamina A, ya que reduce el riesgo de complicaciones.
