Trastorno de la Identidad Disociativa (TID): Qué es, síntomas, causas y tratamiento

El trastorno de la identidad disociativa (TID), anteriormente conocido como trastorno de personalidad múltiple, es un trastorno mental complejo caracterizado por la presencia de dos o más identidades o estados de personalidad distintos dentro de una misma persona. Estas identidades pueden tener diferencias marcadas en cuanto a nombre, historia personal, comportamientos, memorias, e incluso habilidades y acentos.
Este trastorno es parte de los trastornos disociativos, que implican una desconexión entre pensamientos, identidad, conciencia, memoria y entorno.
Características principales del TID
- Presencia de múltiples identidades (“alters”):
- Cada identidad puede tener su propio nombre, edad, género, personalidad y recuerdos.
- Algunas pueden desconocer la existencia de las otras.
- Pérdidas de memoria o lagunas amnésicas:
- El individuo puede olvidar eventos cotidianos, información personal importante o experiencias traumáticas.
- Frecuentemente no recuerda lo que hizo mientras otra identidad estaba al mando.
- Despersonalización y desrealización:
- Sensación de estar separado del propio cuerpo o de que el mundo no es real.
- Alteraciones del comportamiento, estado de ánimo y percepción del yo.
Causas del trastorno de identidad disociativa
El TID suele estar vinculado a experiencias de trauma intenso y prolongado, especialmente durante la infancia. Las causas incluyen:
- Abuso físico, emocional o sexual severo en la niñez.
- Negligencia extrema o abandono.
- Exposición a guerras, tortura, rituales o violencia prolongada.
- Como mecanismo de defensa, la mente fragmenta la identidad para proteger al individuo del trauma.
Diagnóstico
Diagnosticar el TID requiere una evaluación clínica exhaustiva, realizada por un psiquiatra o psicólogo especializado. Incluye:
- Entrevistas estructuradas y clínicas.
- Revisión detallada de los síntomas disociativos.
- Evaluación de antecedentes de trauma.
- Herramientas como el SCID-D (Structured Clinical Interview for DSM Dissociative Disorders).
Es común que el TID sea mal diagnosticado como trastorno bipolar, esquizofrenia, trastorno límite de la personalidad o epilepsia temporal.
Tratamiento
No hay una cura rápida, pero el tratamiento puede ser muy efectivo con un enfoque adecuado. Las principales herramientas son:
- Psicoterapia a largo plazo:
- Terapia basada en el trauma (como EMDR).
- Terapia cognitivo-conductual adaptada.
- Terapia psicodinámica.
- Terapia enfocada en integrar las distintas identidades.
- Apoyo psiquiátrico:
- Medicación para síntomas asociados como depresión, ansiedad o insomnio.
- No existe un fármaco específico para el TID.
- Educación y contención:
- Entender el trastorno ayuda al paciente y a su red de apoyo a manejarlo mejor.
- Fortalecer la identidad principal sin eliminar las otras, buscando integración o cooperación interna.
- Técnicas de grounding (anclaje a la realidad) y regulación emocional.
Riesgos y complicaciones
- Intentos de suicidio o autolesiones (comunes si no hay tratamiento).
- Problemas relacionales, laborales o legales por conductas que el individuo no recuerda.
- Altos niveles de ansiedad, depresión, fobias o trastornos alimenticios asociados.
Importancia del acompañamiento
El TID suele ser muy incomprendido por la sociedad, lo que lleva a estigmatización, miedo o rechazo. La persona con este trastorno necesita:
- Un entorno seguro y libre de juicios.
- Acceso a atención especializada.
- Paciencia y comprensión por parte de familiares y terapeutas.
Datos importantes
- El TID es muy raro, pero subdiagnosticado.
- El número de identidades puede ir de dos a más de cien, aunque la mayoría presenta entre 2 y 10.
- No debe confundirse con la esquizofrenia; en el TID no hay alucinaciones producto de una psicosis, sino alteraciones disociativas.