Trastorno Obsesivo-Compulsivo (TOC)

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El Trastorno Obsesivo-Compulsivo (TOC) es un trastorno de ansiedad caracterizado por la presencia de obsesiones (pensamientos, imágenes o impulsos intrusivos y no deseados) y/o compulsiones (conductas repetitivas o actos mentales que la persona se siente impulsada a realizar para aliviar la ansiedad provocada por las obsesiones).

1. 

Obsesiones

Las obsesiones son pensamientos persistentes, no deseados e intrusivos que generan malestar, ansiedad o culpa. Son difíciles de controlar y no se corresponden con los valores de la persona. Algunos ejemplos:

  • Miedo a contaminarse o ensuciarse.
  • Dudas persistentes (ej. “¿cerré la puerta?”).
  • Necesidad de simetría o exactitud.
  • Pensamientos prohibidos o tabú (violentos, sexuales o religiosos).

2. 

Compulsiones

Las compulsiones son acciones repetitivas —físicas o mentales— que se realizan para reducir la ansiedad generada por las obsesiones o para evitar que ocurra algo temido. Ejemplos:

  • Lavado excesivo de manos.
  • Verificaciones repetidas (cerraduras, electrodomésticos).
  • Ordenar objetos de manera rígida.
  • Repetir palabras, frases o contar mentalmente.

3. 

Características del TOC

  • No produce placer: las compulsiones alivian temporalmente la ansiedad, pero no generan satisfacción.
  • Tiempo y funcionalidad: el TOC puede ocupar más de una hora al día e interferir con la vida social, laboral o académica.
  • Insight: algunas personas reconocen que sus pensamientos son irracionales (TOC con insight), otras no (TOC sin insight).

4. 

Tipos de TOC más frecuentes

  • Contaminación y limpieza.
  • Verificación y duda.
  • Simetría y orden.
  • Pensamientos prohibidos o intrusivos.
  • Acumulación (relacionado pero distinto del trastorno de acumulación).

5. 

Causas y factores de riesgo

El origen exacto no se conoce, pero se asocia a:

  • Factores genéticos: antecedentes familiares aumentan el riesgo.
  • Neurobiología: alteraciones en el circuito orbitofrontal-caudado del cerebro y niveles anormales de serotonina.
  • Factores ambientales: traumas infantiles, estrés crónico o infecciones (en casos raros como el PANDAS en niños).

6. 

Diagnóstico

El diagnóstico es clínico, basado en entrevistas y criterios del DSM-5 o CIE-11. Se evalúa:

  • Presencia de obsesiones y/o compulsiones.
  • Duración, frecuencia e interferencia en la vida diaria.
  • Nivel de conciencia o insight sobre la irracionalidad del trastorno.

Se utilizan escalas como la Escala Yale-Brown (Y-BOCS) para medir la severidad.

7. 

Tratamiento

El TOC puede tratarse de forma efectiva, aunque suele requerir un enfoque a largo plazo y multidisciplinario.

a) Psicoterapia

  • Terapia Cognitivo-Conductual (TCC): especialmente la técnica de exposición con prevención de respuesta (EPR), considerada el tratamiento de elección.
  • Técnicas para reestructurar pensamientos irracionales, afrontar miedos y reducir compulsiones.

b) Medicación

  • ISRS (inhibidores selectivos de recaptación de serotonina): como fluoxetina, sertralina o fluvoxamina.
  • En casos resistentes, se pueden usar otros antidepresivos o antipsicóticos en combinación.

c) Tratamientos alternativos o complementarios

  • Estimulación cerebral profunda (DBS): en casos graves y resistentes.
  • Técnicas de relajación y mindfulness.
  • Psicoeducación para la persona y su familia.

8. 

Pronóstico

  • El TOC suele ser crónico, pero muchas personas logran reducir significativamente los síntomas con tratamiento adecuado.
  • Las recaídas pueden ocurrir ante situaciones de estrés.
  • Un diagnóstico y tratamiento temprano mejoran notablemente la calidad de vida.

9. 

Diferencias con otras condiciones

  • No es lo mismo que ser “perfeccionista” o “ordenado”.
  • No debe confundirse con el trastorno de personalidad obsesivo-compulsiva, que tiene rasgos más integrados en la personalidad y no genera ansiedad por pensamientos intrusivos.

10. 

Datos relevantes

  • Afecta al 2-3% de la población en algún momento de la vida.
  • Se presenta tanto en hombres como en mujeres.
  • En muchos casos empieza en la adolescencia o juventud.
  • Muchas personas tardan años en recibir diagnóstico y tratamiento adecuados.

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