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La enfermedad de Behçet es un trastorno inflamatorio crónico y multisistémico de causa desconocida, que se caracteriza principalmente por úlceras orales y genitales recurrentes, inflamación ocular y manifestaciones sistémicas. Es una forma de vasculitis que puede afectar vasos de cualquier tamaño.

Características principales

• Curso crónico con brotes y remisiones.

• Afecta a hombres y mujeres (predomina en hombres jóvenes en regiones del Mediterráneo, Medio Oriente y Asia).

• Edad típica de inicio: entre 20 y 40 años.

Causas y factores de riesgo

Etiología desconocida, pero se sospecha:

• Factores genéticos (asociación con el HLA-B51).

• Posible desencadenamiento por infecciones o factores ambientales en personas predispuestas.

• Respuesta inmune anormal.

Síntomas (criterios diagnósticos principales)

1. Úlceras orales:

• Dolorosas, recurrentes, tipo aftoso (criterio obligatorio).

2. Úlceras genitales:

• Similares a las orales, dejan cicatriz.

3. Afectación ocular:

• Uveítis anterior o posterior.

• Hipopión (acúmulo de pus en la cámara anterior del ojo).

• Riesgo de pérdida visual.

4. Afectación cutánea:

• Eritema nodoso, pústulas acneiformes, lesiones papulares.

5. Fenómeno de patergia:

• Reacción pustulosa tras punción cutánea (positivo en algunas regiones, como Turquía o Japón).

Manifestaciones adicionales

Articulares: artralgias o artritis no erosiva.

Neurológicas: meningoencefalitis, trombosis venosa cerebral.

Gastrointestinales: úlceras en íleon o colon (similares a enfermedad de Crohn).

Vasculares: trombosis venosa profunda, aneurismas arteriales.

Diagnóstico

• No existe prueba específica; es clínico, basado en criterios internacionales (criterios del International Study Group).

• Se deben descartar otras enfermedades similares (lupus, sífilis, Crohn).

• Estudios complementarios: análisis de sangre, imágenes según órganos afectados, test de patergia (en algunos casos).

Tratamiento

Objetivo: controlar inflamación, prevenir complicaciones y mantener la calidad de vida.

• Según la severidad y órganos afectados:

Corticoides sistémicos (prednisona).

Inmunosupresores: azatioprina, ciclofosfamida, ciclosporina.

Colchicina: eficaz para úlceras y artritis.

Biológicos: anti-TNF (infliximab, adalimumab) en casos refractarios o graves.

Pronóstico

• Variable: algunos pacientes tienen síntomas leves, otros pueden presentar afectación severa (ocular o neurológica).

• El control temprano mejora el pronóstico.

• Riesgo de complicaciones por la inflamación crónica.

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