Trastornos Hormonales

Los trastornos hormonales son alteraciones en la producción, regulación o acción de las hormonas, las cuales son sustancias químicas producidas por las glándulas del sistema endocrino. Estas hormonas controlan funciones vitales como el crecimiento, el metabolismo, la reproducción, el estado de ánimo y el equilibrio interno del cuerpo. Un desequilibrio hormonal puede tener efectos significativos en la salud física y mental.
Existen diversas causas para los trastornos hormonales. Entre las más comunes se encuentran enfermedades de las glándulas endocrinas (como tiroides, hipófisis, páncreas o glándulas suprarrenales), tumores, trastornos genéticos, infecciones, lesiones, enfermedades autoinmunes, envejecimiento y el uso prolongado de ciertos medicamentos.
Algunos de los trastornos hormonales más frecuentes incluyen:
— Hipotiroidismo: se produce cuando la glándula tiroides no produce suficiente hormona tiroidea. Sus síntomas incluyen fatiga, aumento de peso, intolerancia al frío, piel seca, estreñimiento y depresión.
— Hipertiroidismo: ocurre cuando hay una producción excesiva de hormona tiroidea. Puede causar pérdida de peso, palpitaciones, ansiedad, sudoración, temblores y aumento del apetito.
— Diabetes mellitus: es un trastorno en el cual el cuerpo no produce insulina suficiente (tipo 1) o no la utiliza adecuadamente (tipo 2), provocando niveles elevados de glucosa en sangre.
— Síndrome de Cushing: resultado de un exceso de cortisol. Puede causar obesidad centrada en el abdomen y la cara, hipertensión, debilidad muscular, estrías y alteraciones menstruales.
— Enfermedad de Addison: se caracteriza por una producción insuficiente de hormonas suprarrenales. Los síntomas incluyen fatiga, pérdida de peso, hiperpigmentación de la piel, hipotensión y antojos de sal.
— Síndrome de ovario poliquístico (SOP): trastorno hormonal en mujeres que implica un desequilibrio en las hormonas sexuales. Se manifiesta con menstruaciones irregulares, acné, exceso de vello y dificultad para concebir.
— Hipogonadismo: deficiencia en la producción de hormonas sexuales (testosterona en hombres o estrógenos en mujeres), lo que puede causar infertilidad, disminución del deseo sexual, fatiga y cambios en la masa muscular o el vello corporal.
El diagnóstico de los trastornos hormonales se realiza mediante la historia clínica, examen físico y pruebas de laboratorio para medir los niveles hormonales en sangre, orina o saliva. En algunos casos, se utilizan estudios de imagen para evaluar el estado de las glándulas endocrinas.
El tratamiento varía según el trastorno y puede incluir terapia hormonal sustitutiva, medicamentos para inhibir o estimular la producción hormonal, cirugía en casos de tumores, o cambios en el estilo de vida. El seguimiento médico es fundamental para evitar complicaciones a largo plazo.
El control adecuado de los trastornos hormonales mejora significativamente la calidad de vida y reduce el riesgo de enfermedades crónicas asociadas.