IMG_7899
Spread the love

El síndrome de Williams, también conocido como síndrome de Williams-Beuren, es un trastorno genético poco común que afecta el desarrollo físico y cognitivo. Fue descrito por primera vez en 1961 por los cardiólogos J.C.P. Williams y A.J. Beuren.

Este síndrome se debe a una deleción (pérdida) de material genético en el cromosoma 7q11.23, donde se encuentra el gen ELN, responsable de la producción de elastina, una proteína esencial para la elasticidad de los vasos sanguíneos y otros tejidos. Su ausencia explica muchas de las características físicas y cardiovasculares del trastorno.

Las personas con este síndrome suelen presentar una combinación de rasgos físicos, cognitivos y conductuales muy distintivos.

Características físicas

  • Rasgos faciales típicos: frente amplia, nariz corta y respingada, labios gruesos, boca ancha y mejillas llenas, lo que se conoce como “rostro de duende amistoso”.
  • Estatura baja en comparación con los estándares de edad.
  • Problemas dentales como dientes pequeños o mal alineados.
  • Alteraciones del tejido conectivo, lo que puede causar articulaciones laxas y piel suave.

Complicaciones cardiovasculares

La estenosis supravalvular aórtica (estrechamiento de la arteria principal que sale del corazón) es la complicación más común. También pueden existir otros problemas vasculares que requieren control médico constante.

Desarrollo cognitivo y comportamiento

Los niños con síndrome de Williams suelen tener:

  • Retraso en el desarrollo (especialmente en el lenguaje y las habilidades motoras finas).
  • Capacidades verbales relativamente buenas en comparación con otras áreas cognitivas.
  • Gran sociabilidad y facilidad para relacionarse con extraños, característica muy típica del síndrome.
  • Alta sensibilidad auditiva (hiperacusia) y fuerte respuesta emocional a la música.
  • Dificultades en matemáticas, razonamiento espacial y coordinación motora.

Otros problemas de salud

  • Problemas gastrointestinales como estreñimiento o reflujo.
  • Hipercalcemia (niveles elevados de calcio en la sangre) durante la infancia.
  • Problemas de visión y audición.
  • Trastornos de ansiedad, especialmente en la adolescencia o adultez.

Diagnóstico

Se realiza mediante una prueba genética, generalmente por hibridación fluorescente in situ (FISH) o microarrays de ADN, que confirman la deleción en el cromosoma 7.

Tratamiento

No existe una cura para el síndrome de Williams, pero la atención multidisciplinaria mejora significativamente la calidad de vida.

El manejo incluye:

  • Cardiólogo para el control de las anomalías cardíacas.
  • Fisioterapia y terapia ocupacional para fortalecer la motricidad.
  • Terapia del lenguaje para mejorar la comunicación.
  • Apoyo psicológico o psiquiátrico para manejar la ansiedad y la adaptación social.
  • Educación especial adaptada a sus necesidades cognitivas y emocionales.

Pronóstico

Con una atención médica adecuada y apoyo familiar, las personas con síndrome de Williams pueden llevar una vida relativamente independiente, aunque requerirán seguimiento médico constante. Su esperanza de vida suele ser cercana a la de la población general si las complicaciones cardíacas se controlan bien.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *