Sífilis: causas, síntomas, diagnóstico y tratamiento

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La sífilis es una infección de transmisión sexual (ITS) causada por la bacteria Treponema pallidum, una espiroqueta delgada con forma de espiral. A lo largo de la historia, ha sido una de las enfermedades venéreas más conocidas y, aunque hoy en día puede tratarse con antibióticos, sigue siendo un problema de salud pública mundial. La sífilis puede afectar a personas de cualquier edad y, si no se trata a tiempo, puede provocar complicaciones graves que afectan múltiples órganos, incluyendo el corazón, el cerebro y el sistema nervioso.

Modo de transmisión

La principal vía de contagio es el contacto sexual sin protección con una persona infectada, ya sea por vía vaginal, anal u oral. La bacteria ingresa al organismo a través de pequeñas lesiones en la piel o las mucosas. También puede transmitirse:

  • De madre a hijo durante el embarazo o el parto, lo que se conoce como sífilis congénita.
  • Por transfusiones sanguíneas, aunque esto es extremadamente raro gracias a los controles actuales.
  • A través de lesiones cutáneas activas si hay contacto directo.

Etapas de la sífilis

La enfermedad progresa en varias fases si no se trata, cada una con características distintas:

  1. Sífilis primaria:
    • Aparece entre 10 y 90 días después del contagio (promedio: 3 semanas).
    • Se caracteriza por una lesión llamada chancro, una úlcera indolora, redonda y firme que aparece en el lugar de entrada de la bacteria (genitales, ano, boca).
    • El chancro desaparece espontáneamente en 3 a 6 semanas, aunque la infección sigue presente en el cuerpo.
  2. Sífilis secundaria:
    • Surge semanas o meses después de la desaparición del chancro.
    • Se caracteriza por erupciones cutáneas no pruriginosas (generalmente en palmas y plantas), fiebre, dolor de garganta, inflamación de ganglios, fatiga, pérdida de peso y lesiones en mucosas.
    • Esta etapa también puede resolverse sin tratamiento, pero la bacteria permanece latente.
  3. Sífilis latente:
    • No presenta síntomas visibles.
    • Puede durar años.
    • Se divide en latente temprana (menos de un año desde la infección) y latente tardía (más de un año). La persona sigue siendo portadora y puede transmitir la infección en etapas tempranas.
  4. Sífilis terciaria:
    • Ocurre en el 15-30 % de los casos no tratados, años o décadas después de la infección inicial.
    • Puede provocar daño grave a órganos internos, incluyendo cerebro, corazón, vasos sanguíneos, hígado y huesos.
    • Las complicaciones incluyen neurosífilis (afecta el sistema nervioso), cardiosífilis (daño cardiovascular) y gomas sifilíticas (lesiones destructivas en piel y tejidos).

Sífilis congénita

Cuando una mujer embarazada infectada no recibe tratamiento, puede transmitir la sífilis al feto. Esto puede causar:

  • Aborto espontáneo o muerte fetal.
  • Malformaciones congénitas.
  • Retraso en el desarrollo.
  • Sordera o problemas neurológicos graves.

Diagnóstico

El diagnóstico se basa en:

  • Examen físico para identificar lesiones características.
  • Pruebas serológicas, como el VDRL o RPR (pruebas no treponémicas) y pruebas treponémicas específicas (FTA-ABS, TPPA) para confirmar la infección.
  • Microscopía de campo oscuro o pruebas moleculares en etapas tempranas si hay úlceras activas.

Tratamiento

El tratamiento más efectivo es el uso de penicilina G benzatina, administrada por vía intramuscular.

  • En sífilis primaria, secundaria o latente temprana: una dosis única suele ser suficiente.
  • En sífilis latente tardía o terciaria: varias dosis semanales durante tres semanas.
  • En embarazadas: la penicilina es el único tratamiento seguro y eficaz.

En personas alérgicas a la penicilina, pueden usarse otros antibióticos como doxiciclina o tetraciclina, aunque la penicilina sigue siendo el tratamiento de elección.

Prevención

  • Uso correcto y constante de preservativos en todas las relaciones sexuales.
  • Evitar relaciones sexuales con múltiples parejas sin protección.
  • Realizarse pruebas periódicas si se tiene vida sexual activa.
  • Tratamiento temprano de la pareja sexual para evitar reinfecciones.
  • Control prenatal adecuado para prevenir la sífilis congénita.

Pronóstico

La sífilis tiene un pronóstico excelente si se trata a tiempo, especialmente en sus etapas iniciales. Sin embargo, si se ignora o no se diagnostica, puede tener consecuencias graves e irreversibles en el sistema nervioso, cardiovascular y otros órganos.

En resumen, la sífilis es una enfermedad infecciosa prevenible y curable si se detecta y trata adecuadamente. La educación sexual, el uso de protección, el diagnóstico temprano y el tratamiento oportuno son las mejores herramientas para controlar su propagación y evitar sus complicaciones.

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