Cifosis: causas, síntomas, diagnóstico y tratamiento

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La cifosis es una curvatura anormalmente aumentada de la columna vertebral en la región torácica, que provoca que la espalda adopte una apariencia encorvada o jorobada. Aunque cierta curvatura es normal en la columna dorsal (entre 20° y 45°), se considera patológica cuando supera los 45 grados, generando alteraciones posturales, dolor y, en casos graves, complicaciones respiratorias o neurológicas.

Tipos de cifosis

La cifosis puede clasificarse según su origen o características en varios tipos principales:

  1. Cifosis postural: Es la forma más común, especialmente en adolescentes. Se debe a malos hábitos posturales y no a deformidades estructurales. Suele corregirse al adoptar una postura erguida.
  2. Cifosis estructural: Involucra cambios permanentes en las vértebras. Incluye:
    • Cifosis de Scheuermann: Ocurre en la adolescencia y se caracteriza por vértebras con forma de cuña.
    • Cifosis congénita: Presente desde el nacimiento por malformaciones vertebrales durante el desarrollo fetal.
    • Cifosis degenerativa: Aparece en adultos mayores por desgaste de los discos intervertebrales, artrosis o colapso vertebral.
    • Cifosis postraumática o posquirúrgica: Secundaria a fracturas vertebrales o procedimientos quirúrgicos en la columna.

Causas

Las causas varían según el tipo de cifosis, pero entre las más frecuentes se encuentran:

  • Mala postura prolongada: especialmente en niños y adolescentes.
  • Enfermedad de Scheuermann: causa estructural común en jóvenes.
  • Osteoporosis: debilita los huesos y puede causar fracturas vertebrales por compresión.
  • Malformaciones congénitas vertebrales.
  • Traumatismos vertebrales.
  • Procesos degenerativos y artrosis.
  • Infecciones o tumores vertebrales (menos frecuentes).

Síntomas

La manifestación clínica depende de la severidad de la curvatura y la causa:

  • Curvatura visible o joroba en la parte superior de la espalda.
  • Dolor dorsal, especialmente tras permanecer de pie o sentado mucho tiempo.
  • Rigidez o sensibilidad en la columna.
  • Fatiga muscular en la espalda.
  • En casos severos: dificultad respiratoria por compresión torácica, debilidad en las piernas, pérdida de sensibilidad o problemas neurológicos.
  • En adolescentes: baja autoestima y problemas de imagen corporal.

Diagnóstico

El diagnóstico de la cifosis se realiza a través de una combinación de exploración clínica y estudios de imagen:

  • Examen físico: el médico evalúa la postura, la movilidad de la columna y la gravedad de la curvatura.
  • Radiografías: determinan el ángulo de Cobb, que mide el grado de curvatura y confirma el diagnóstico.
  • Resonancia magnética (RM) o tomografía: utilizadas si se sospechan anomalías estructurales, compresión nerviosa o causas tumorales.
  • Pruebas de densidad ósea: útiles en casos asociados a osteoporosis.

Tratamiento

El abordaje depende de la edad del paciente, la gravedad de la curvatura y la causa subyacente.

  1. Tratamiento conservador:
    • Fisioterapia: ejercicios de fortalecimiento y estiramiento para mejorar la postura y reducir el dolor.
    • Corrección postural: cambios en hábitos y ergonomía.
    • Ortesis (corsés): recomendados en adolescentes en crecimiento para evitar la progresión de la curvatura.
    • Medicamentos: analgésicos o antiinflamatorios para aliviar el dolor.
    • Tratamiento de la osteoporosis: en adultos mayores, con suplementos de calcio, vitamina D y medicamentos específicos.
  2. Tratamiento quirúrgico:
    • Indicado en casos graves (curvaturas mayores de 70°), dolor intenso que no responde a otros tratamientos, progresión rápida de la deformidad o compromiso neurológico o respiratorio.
    • El procedimiento más común es la fusión espinal, que endereza y estabiliza la columna mediante injertos óseos y dispositivos metálicos.

Pronóstico y prevención

El pronóstico varía según la causa y el momento del diagnóstico. En la mayoría de los casos, especialmente en la cifosis postural o leve, el tratamiento conservador logra buenos resultados. Sin embargo, las formas congénitas o estructurales severas pueden requerir cirugía y vigilancia a largo plazo.

La prevención se basa en mantener una buena higiene postural, fortalecer la musculatura del tronco, evitar el sedentarismo y tratar precozmente enfermedades como la osteoporosis. La detección temprana en la infancia y adolescencia es clave para evitar complicaciones mayores.

En resumen, la cifosis es una alteración de la curvatura vertebral que puede ir desde un problema postural leve hasta una deformidad estructural grave. El diagnóstico oportuno y el tratamiento adecuado permiten mejorar la calidad de vida, prevenir complicaciones y, en muchos casos, corregir o detener la progresión de la curvatura.

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