Misofonía

La misofonía es un trastorno neuropsiquiátrico caracterizado por una reacción emocional intensa y desproporcionada frente a ciertos sonidos cotidianos. La palabra proviene del griego misos (odio) y phonos (sonido), y suele describirse como “odio al sonido”, aunque en realidad no todos los ruidos provocan la misma reacción, sino únicamente estímulos muy específicos.
Las personas con misofonía experimentan emociones negativas como irritación, ansiedad, enojo o incluso rabia al escuchar ciertos ruidos que para la mayoría pasan inadvertidos. Los desencadenantes más comunes incluyen sonidos relacionados con la boca (masticar, sorber, respirar fuerte), la nariz (resoplar, olfatear), los dedos (teclear, chasquear, tamborilear), o repetitivos del ambiente (clics de plumas, relojes, golpeteos).
A nivel fisiológico, estos estímulos pueden generar aumento en la frecuencia cardíaca, tensión muscular, sudoración y una fuerte necesidad de escapar de la situación o confrontar a quien produce el ruido. No se trata simplemente de “molestia” o “manía”, sino de una reacción automática del cerebro que se ha asociado con una hiperconectividad en áreas que procesan emociones y percepción auditiva.
La misofonía suele comenzar en la infancia o adolescencia y puede volverse más severa con el tiempo. Puede afectar la vida social, escolar y laboral, ya que la persona tiende a evitar comidas en grupo, reuniones o ambientes donde estén presentes los sonidos detonantes. Esto genera aislamiento y, en muchos casos, vergüenza por no ser comprendidos.
Aunque no existe aún una clasificación oficial en manuales como el DSM-5, cada vez más investigaciones la reconocen como una condición distinta, relacionada con el procesamiento sensorial atípico.
Los tratamientos se enfocan en mejorar la calidad de vida:
- Terapia cognitivo-conductual (TCC): ayuda a manejar la reacción emocional y reducir la ansiedad.
- Terapias de reentrenamiento del sonido: similares a las usadas en acúfenos, buscan acostumbrar al cerebro a los ruidos detonantes.
- Mindfulness y técnicas de relajación: para disminuir la respuesta fisiológica inmediata.
- Uso de auriculares o ruido blanco: como estrategia de afrontamiento en entornos difíciles.
En la actualidad, la misofonía sigue siendo objeto de estudio, pero se reconoce cada vez más como una condición real que no debe minimizarse. La comprensión de familiares y amigos es clave para que quien la padece no se sienta invalidado ni etiquetado como exagerado.