Anemia falciforme (drepanocitosis)

La anemia falciforme es una enfermedad genética de la sangre en la que los glóbulos rojos adquieren una forma anormal, similar a una hoz o media luna, en lugar de su forma habitual redondeada y flexible. Esta deformidad afecta su capacidad para transportar oxígeno y desplazarse adecuadamente por los vasos sanguíneos, lo que provoca episodios de obstrucción, daño en los tejidos y anemia crónica.
Causas
- Se produce por una mutación en el gen HBB que codifica la hemoglobina beta.
- La hemoglobina anormal se llama hemoglobina S.
- Para que la enfermedad se manifieste, la persona debe heredar el gen defectuoso de ambos padres.
- Si solo se hereda un gen mutado, se habla de rasgo falciforme, que generalmente no causa síntomas graves.
Fisiopatología
- La hemoglobina S se agrupa en largas cadenas dentro del glóbulo rojo.
- Esto deforma la célula en forma de hoz, haciéndola rígida y frágil.
- Estas células:
- Viven menos (10–20 días frente a los 120 días de un glóbulo rojo normal).
- Se rompen con facilidad (causando anemia hemolítica).
- Se atascan en vasos pequeños (provocando crisis de dolor y daño a órganos).
Síntomas
- Anemia crónica: palidez, fatiga, dificultad para respirar.
- Crisis vasooclusivas: dolor intenso en huesos, pecho, abdomen o articulaciones.
- Hinchazón dolorosa de manos y pies (dactilitis), frecuente en niños.
- Infecciones recurrentes por alteración del bazo.
- Retraso en el crecimiento y la pubertad.
- Problemas de visión por daño en vasos de la retina.
- Accidentes cerebrovasculares.
Complicaciones
- Síndrome torácico agudo (dolor en el pecho, fiebre, dificultad para respirar).
- Daño renal y hepático.
- Priapismo (erección prolongada y dolorosa en hombres).
- Osteonecrosis (muerte de tejido óseo).
- Mayor riesgo de infecciones graves como neumonía y meningitis.
Diagnóstico
- Tamiz neonatal (en muchos países se realiza al nacer).
- Electroforesis de hemoglobina para identificar la hemoglobina S.
- Examen de sangre: bajo nivel de hemoglobina, células en forma de hoz al microscopio.
Tratamiento
No existe una cura general, pero se aplican estrategias para prevenir crisis y complicaciones:
- Medicamentos:
- Hidroxiurea: aumenta la hemoglobina fetal, que no se deforma.
- Analgésicos para el dolor.
- Antibióticos profilácticos (penicilina en niños pequeños).
- Transfusiones de sangre periódicas en casos graves.
- Trasplante de médula ósea: único tratamiento potencialmente curativo, reservado para casos seleccionados.
- Hidratación y oxigenoterapia en crisis.
- Vacunación completa para prevenir infecciones.
Prevención y cuidados
- Consejo genético a parejas con riesgo.
- Evitar deshidratación, frío extremo y altitudes elevadas.
- Tratar rápidamente cualquier infección.
- Revisión médica regular para control de órganos afectados.