Síndrome de Wolfram

El síndrome de Wolfram, también conocido como DIDMOAD (siglas en inglés de Diabetes Insípida, Diabetes Mellitus, Atrofia Óptica y Sordera), es una enfermedad genética poco común, neurodegenerativa y progresiva, que afecta múltiples órganos y sistemas del cuerpo. Es hereditaria y se transmite, en la mayoría de los casos, de forma autosómica recesiva.
Características principales del síndrome de Wolfram:
- Diabetes mellitus:
- Generalmente el primer síntoma que aparece.
- Suele diagnosticarse en la infancia, antes de los 10 años.
- No está relacionada con anticuerpos autoinmunes como en la diabetes tipo 1 típica.
- Requiere tratamiento con insulina.
- Atrofia óptica:
- Degeneración progresiva del nervio óptico.
- Suele manifestarse entre los 10 y 15 años.
- Produce pérdida de visión progresiva que puede llevar a la ceguera.
- Diabetes insípida:
- Afección en la que los riñones no conservan agua adecuadamente.
- Provoca sed excesiva y orina abundante.
- Necesita tratamiento con desmopresina.
- Sordera neurosensorial:
- Pérdida progresiva de la audición debido al daño en los nervios auditivos.
- Puede comenzar en la adolescencia.
- Algunas personas pueden beneficiarse del uso de audífonos o implantes cocleares.
Otros síntomas frecuentes:
- Problemas neurológicos: ataxia (falta de coordinación motora), espasticidad, dificultad para tragar y hablar, trastornos del sueño.
- Trastornos urinarios: vejiga neurogénica (incapacidad de controlar la micción), infecciones urinarias recurrentes.
- Trastornos psiquiátricos: depresión, ansiedad, comportamiento obsesivo.
- Alteraciones endocrinas adicionales: hipogonadismo (falta de desarrollo de caracteres sexuales), baja estatura.
- Degeneración del tronco encefálico en etapas avanzadas.
Causas:
- En la mayoría de los casos, está causada por mutaciones en el gen WFS1 (Wolfram syndrome 1), localizado en el cromosoma 4.
- Este gen codifica una proteína llamada wolframina, que participa en la función de retículo endoplásmico y en la regulación del calcio celular.
- La disfunción de esta proteína causa estrés celular y muerte de neuronas y otras células sensibles.
Tipos:
- Wolfram tipo 1 (WFS1): más común, incluye todos los síntomas clásicos.
- Wolfram tipo 2 (WFS2): causada por mutaciones en el gen CISD2, con síntomas similares, pero sin diabetes insípida y con úlceras gastrointestinales.
Diagnóstico:
- Clínico, basado en la presencia de los síntomas mencionados.
- Confirmación genética mediante análisis molecular del gen WFS1 o CISD2.
- Pruebas complementarias: estudios oftalmológicos, audiometrías, resonancia magnética cerebral, pruebas endocrinas.
Tratamiento:
No existe una cura definitiva. El tratamiento es sintomático y requiere un abordaje multidisciplinario:
- Endocrinología: manejo de la diabetes mellitus e insípida.
- Oftalmología: seguimiento de la atrofia óptica.
- Otorrinolaringología: evaluación y tratamiento de la pérdida auditiva.
- Urología y neurología: manejo de problemas urinarios y motores.
- Psicología o psiquiatría: apoyo emocional y tratamiento de trastornos mentales asociados.
Pronóstico:
- Es una enfermedad progresiva, con deterioro multisistémico a lo largo de la vida.
- La esperanza de vida suele ser reducida, con complicaciones que pueden aparecer en la tercera o cuarta década de vida, especialmente relacionadas con fallos respiratorios o complicaciones neurológicas.
Investigación y futuro:
- Se están explorando terapias celulares, neuroprotectoras y edición genética (como CRISPR).
- Organizaciones como la Wolfram Syndrome Research Alliance apoyan la investigación y ofrecen recursos para familias afectadas.