Fibrosis Pulmonar Idiopática (FPI)

La fibrosis pulmonar idiopática es una enfermedad pulmonar crónica y progresiva que se caracteriza por el engrosamiento y cicatrización (fibrosis) del tejido pulmonar, sin una causa conocida (de ahí el término idiopática). A medida que la fibrosis avanza, los pulmones pierden su capacidad para transportar oxígeno al torrente sanguíneo, lo que provoca dificultad para respirar.
Características principales
- Origen desconocido: No se identifica una causa clara, aunque se cree que puede haber una predisposición genética o factores ambientales.
- Edad de inicio: Comúnmente afecta a personas mayores de 50 años.
- Síntomas principales:
- Disnea (dificultad para respirar), especialmente al hacer esfuerzo.
- Tos seca persistente.
- Fatiga.
- Pérdida de peso sin causa aparente.
- Dedos en palillo de tambor (hipocratismo digital).
Diagnóstico
El diagnóstico suele requerir varios estudios:
- Tomografía computarizada de alta resolución (TCAR): clave para observar el patrón de fibrosis.
- Pruebas de función pulmonar: miden la capacidad respiratoria.
- Biopsia pulmonar: en algunos casos para confirmar el diagnóstico.
- Exclusión de otras causas: como enfermedades autoinmunes o exposición a tóxicos.
Tratamiento
Aunque la FPI no tiene cura, existen tratamientos para retrasar su progresión:
- Medicamentos antifibróticos: como pirfenidona o nintedanib.
- Oxigenoterapia: para mantener niveles adecuados de oxígeno.
- Rehabilitación pulmonar: mejora la calidad de vida.
- Trasplante pulmonar: opción en casos avanzados y seleccionados.
Pronóstico
- Es una enfermedad progresiva: empeora con el tiempo.
- La supervivencia media tras el diagnóstico es de 3 a 5 años, aunque varía según el caso.
Factores de riesgo
- Tabaquismo.
- Exposición prolongada a polvo o productos químicos.
- Antecedentes familiares de enfermedades pulmonares.