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El síndrome nefrítico es un conjunto de signos y síntomas que aparece cuando los glomérulos del riñón —los filtros encargados de limpiar la sangre— se inflaman de manera aguda. Esta inflamación reduce la capacidad del riñón para filtrar, permitiendo que se retengan desechos y líquidos y que se escape sangre hacia la orina.

Causas principales

El síndrome nefrítico no es una enfermedad única, sino una manifestación clínica de varias condiciones. Las más frecuentes son:

  1. Glomerulonefritis postestreptocócica
    Ocurre después de una infección por estreptococo, por ejemplo una faringitis o impétigo. Es muy común en niños.
  2. Enfermedades autoinmunes
    Como el lupus eritematoso sistémico, donde el sistema inmune ataca estructuras propias del cuerpo, incluyendo los glomérulos.
  3. Vasculitis
    Inflamación de los vasos sanguíneos que afecta también los capilares glomerulares.
  4. Glomerulonefritis rápidamente progresiva
    Una forma grave y acelerada que puede causar insuficiencia renal en semanas si no se trata.

Manifestaciones clínicas

El cuadro típico incluye:

  • Hematuria: orina con sangre, que puede verse rojiza, marrón o color “coca-cola”.
  • Proteinuria leve a moderada: pérdida de proteínas en la orina, pero en menor cantidad que en el síndrome nefrótico.
  • Edema: sobre todo en párpados y piernas, por retención de líquidos.
  • Hipertensión arterial: el aumento de la presión aparece por la retención de agua y sodio.
  • Oliguria: disminución del volumen de orina.
  • Azotemia: aumento de productos de desecho en la sangre, como la urea y la creatinina.

Fisiopatología resumida

La inflamación glomerular provoca:

  • Daño a la membrana de filtración.
  • Disminución de la tasa de filtrado glomerular (TFG).
  • Retención de líquidos y sodio.
  • Paso anormal de células sanguíneas hacia la orina.

Esto explica la combinación de hipertensión, hematuria y edema.

Diagnóstico

El diagnóstico incluye:

  • Examen general de orina: muestra hematuria, cilindros eritrocitarios y proteinuria.
  • Pruebas de sangre: creatinina y urea elevadas.
  • Complemento sérico: algunos tipos cursan con C3 disminuido.
  • Cultivo o pruebas para estreptococo si hay sospecha infecciosa.
  • Biopsia renal: necesaria en casos dudosos o graves.

Tratamiento

Depende de la causa exacta, pero en general incluye:

  • Control de la presión arterial.
  • Restricción de sal y líquidos para controlar el edema.
  • Diuréticos si hay retención marcada.
  • Antibióticos en los casos postestreptocócicos, aunque la infección suele haberse resuelto antes de que aparezcan los síntomas.
  • Corticoides o inmunosupresores en enfermedades autoinmunes o glomerulonefritis rápidamente progresiva.

Pronóstico

  • En niños con glomerulonefritis postestreptocócica suele ser excelente, con recuperación completa.
  • En adultos y en casos autoinmunes, el pronóstico depende de la rapidez del diagnóstico y del tratamiento.
  • Las formas rápidamente progresivas pueden llevar a insuficiencia renal si no se tratan a tiempo.

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