Vasculitis de Takayasu
La vasculitis de Takayasu, también conocida como arteritis de Takayasu o “enfermedad sin pulso”, es un tipo de vasculitis crónica y granulomatosa que afecta principalmente a las arterias de gran calibre, especialmente la aorta y sus ramas principales. Es una enfermedad autoinmune, en la que el sistema inmunológico ataca por error las paredes de los vasos sanguíneos, provocando inflamación, engrosamiento y, finalmente, estrechamiento u obstrucción del flujo sanguíneo.
Causas
Aunque la causa exacta no se conoce, se cree que tiene un origen autoinmunitario con posible influencia genética y ambiental. En algunos casos, se ha relacionado con infecciones bacterianas o virales que podrían desencadenar una respuesta inmunológica anormal.
Factores de riesgo
- Predomina en mujeres jóvenes, generalmente menores de 40 años.
- Es más frecuente en Asia, América Latina y África.
- Puede tener predisposición genética (asociación con ciertos alelos HLA).
Fisiopatología
La inflamación se inicia en la pared de las arterias, afectando principalmente la media y la adventicia, con formación de granulomas y células gigantes. Con el tiempo, esto conduce a fibrosis, estenosis, oclusión o incluso aneurismas.
Síntomas
La enfermedad suele evolucionar en dos fases:
1. Fase inflamatoria (sistémica):
- Fiebre y malestar general.
- Fatiga, pérdida de peso y sudoración nocturna.
- Dolores musculares y articulares.
2. Fase oclusiva (vascular):
- Disminución o ausencia del pulso en brazos o cuello.
- Dolor o debilidad en los brazos al usarlos (claudicación).
- Diferencia de presión arterial entre ambos brazos.
- Mareos, visión borrosa o síncope por falta de irrigación cerebral.
- Soplos audibles en arterias carótidas o subclavias.
- Hipertensión arterial si se afectan las arterias renales.
Complicaciones
- Aneurismas aórticos, con riesgo de rotura.
- Infarto cerebral o cardiaco por disminución del flujo.
- Insuficiencia cardíaca secundaria a hipertensión o afectación de la aorta.
- Insuficiencia renal si se comprometen las arterias renales.
Diagnóstico
El diagnóstico se basa en la combinación de manifestaciones clínicas, estudios de imagen y marcadores inflamatorios.
Entre los principales métodos diagnósticos están:
- Angiografía o angio-TAC/angio-RM: para visualizar estenosis, oclusiones o aneurismas.
- Ecografía Doppler de grandes vasos.
- Velocidad de sedimentación globular (VSG) y proteína C reactiva (PCR) elevadas.
- Criterios del American College of Rheumatology (ACR) incluyen edad <40 años, claudicación de extremidades, disminución de pulsos, soplos arteriales y anormalidades angiográficas.
Tratamiento
El tratamiento se enfoca en controlar la inflamación y prevenir las complicaciones vasculares:
- Corticosteroides (prednisona) para reducir la inflamación.
- Inmunosupresores (metotrexato, azatioprina o micofenolato) cuando los corticoides no son suficientes.
- Biológicos (como tocilizumab o infliximab) en casos resistentes.
- Procedimientos quirúrgicos o angioplastía para restaurar el flujo en arterias gravemente afectadas.
Pronóstico
Con un tratamiento adecuado y seguimiento médico continuo, muchas personas logran controlar la enfermedad y mantener una buena calidad de vida. Sin embargo, los brotes inflamatorios pueden reaparecer y el daño vascular puede progresar con el tiempo, por lo que el control médico debe ser constante.
