Artritis Idiopática Juvenil: una enfermedad inflamatoria que afecta a niños y adolescentes
La artritis idiopática juvenil (AIJ) es una enfermedad autoinmune e inflamatoria que aparece antes de los 16 años y se caracteriza por la inflamación persistente de una o más articulaciones. Se denomina “idiopática” porque su causa exacta aún se desconoce, aunque se sabe que intervienen factores genéticos y ambientales que alteran el funcionamiento del sistema inmunológico.
En condiciones normales, el sistema inmunitario protege al cuerpo de infecciones y agentes extraños; sin embargo, en la AIJ, el organismo ataca por error sus propios tejidos, especialmente las membranas sinoviales que recubren las articulaciones. Este ataque produce inflamación, dolor, rigidez y, en casos prolongados, daño en los cartílagos y huesos.
Los síntomas varían según el tipo de artritis juvenil, pero los más comunes incluyen dolor articular, hinchazón visible, rigidez matutina que mejora con el movimiento, fatiga y fiebre intermitente. Algunos pacientes pueden presentar además erupciones cutáneas, crecimiento desigual de las extremidades afectadas o inflamación ocular conocida como uveítis, que puede comprometer la visión si no se trata adecuadamente.
Existen varios subtipos de AIJ, entre ellos:
- Oligoarticular, que afecta cuatro o menos articulaciones y suele tener mejor pronóstico.
- Poliarticular, que compromete cinco o más articulaciones, de manera simétrica o asimétrica.
- Sistémica o enfermedad de Still, en la cual la inflamación articular se acompaña de fiebre alta, erupción cutánea y afectación de órganos internos.
El diagnóstico de esta enfermedad requiere una evaluación clínica completa y pruebas complementarias como análisis de sangre, velocidad de sedimentación globular, factor reumatoide, anticuerpos antinucleares y estudios de imagen (rayos X o resonancias) para detectar daño articular.
El tratamiento busca controlar la inflamación, aliviar el dolor, preservar la movilidad y evitar complicaciones. Para ello, los médicos pueden indicar medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINE), corticosteroides, fármacos antirreumáticos modificadores de la enfermedad (como metotrexato) y terapias biológicas que regulan la respuesta inmunitaria.
Además del tratamiento farmacológico, la fisioterapia y la terapia ocupacional son fundamentales para mantener la función de las articulaciones y mejorar la calidad de vida. En algunos casos, la atención psicológica también es importante, ya que el impacto emocional de una enfermedad crónica en la infancia puede ser significativo.
El pronóstico de la artritis idiopática juvenil varía según el tipo y la respuesta al tratamiento. Algunos niños logran una remisión completa, mientras que otros requieren atención continua durante la adolescencia o la adultez. El seguimiento médico regular es esencial para detectar recaídas y prevenir secuelas articulares.
En la actualidad, gracias a los avances en la medicina y a los nuevos tratamientos biológicos, los niños con AIJ tienen mayores posibilidades de llevar una vida activa y plena. El diagnóstico temprano y el abordaje integral son las claves para reducir las complicaciones y promover un desarrollo saludable.
