Síndrome de X Frágil: la causa hereditaria más común de discapacidad intelectual
                El síndrome de X frágil (SXF) es un trastorno genético que causa discapacidad intelectual, problemas conductuales y, en algunos casos, rasgos físicos característicos. Se considera la forma más frecuente de retraso mental hereditario y una de las principales causas de autismo de origen genético. Afecta a ambos sexos, pero los varones suelen presentar síntomas más severos debido a que poseen una sola copia del cromosoma X.
Causa genética
El SXF es causado por una mutación en el gen FMR1, ubicado en el brazo largo del cromosoma X (Xq27.3). Este gen normalmente produce una proteína llamada FMRP, esencial para el desarrollo de las conexiones neuronales.
- En personas con síndrome de X frágil, el gen presenta una expansión anormal de repeticiones del triplete CGG.
 - Cuando hay más de 200 repeticiones, el gen se silencia y no produce FMRP, lo que afecta el desarrollo cerebral.
 - Aquellos con entre 55 y 200 repeticiones tienen una premutación, que puede no causar síntomas pero puede transmitirse a la descendencia.
 
¿Quiénes lo padecen?
- Varones: suelen tener discapacidad intelectual moderada a severa, con alteraciones conductuales marcadas.
 - Mujeres: pueden tener síntomas más leves o incluso pasar desapercibidas, ya que tienen otro cromosoma X funcional.
 
Signos y síntomas
Los síntomas varían ampliamente según el sexo y la severidad del caso. Se dividen en tres áreas principales:
1.
Cognitivos
- Retraso en el desarrollo del lenguaje y habilidades motoras
 - Dificultad para aprender nuevas habilidades
 - Discapacidad intelectual de leve a severa
 
2.
Conductuales
- Trastorno del espectro autista (TEA) en hasta un 60% de los casos
 - Ansiedad, timidez extrema, fobia social
 - Hiperactividad, impulsividad, dificultades de atención
 - Conductas repetitivas o estereotipadas, como aleteo de manos o morderse
 
3.
Físicos
(más evidentes en la adolescencia o adultez)
- Cara alargada, frente amplia
 - Orejas grandes y prominentes
 - Mandíbula prominente
 - Testículos agrandados (macrorquidia) en varones después de la pubertad
 - Hipotonía (tono muscular bajo)
 - Pie plano o laxitud articular
 
Diagnóstico
El diagnóstico se realiza mediante un análisis molecular del gen FMR1 para detectar la cantidad de repeticiones CGG.
- Se recomienda en niños con:
- Discapacidad intelectual inexplicada
 - Rasgos autistas
 - Historia familiar de X frágil o retraso mental
 - Conducta característica
 
 
Tratamiento
No existe cura para el SXF, pero el tratamiento se enfoca en mejorar la calidad de vida y promover el desarrollo del niño mediante un enfoque multidisciplinario:
- Intervención temprana: estimulación cognitiva, terapia del habla, fisioterapia
 - Terapias conductuales: ABA, terapia ocupacional, manejo de la ansiedad y problemas sociales
 - Medicamentos: pueden indicarse para tratar síntomas como TDAH, ansiedad, agresividad o alteraciones del sueño
 - Apoyo educativo: adaptaciones curriculares y entornos de aprendizaje estructurados
 
Consejería genética
Dado que el SXF es una enfermedad hereditaria ligada al cromosoma X, se recomienda brindar consejería genética a las familias. Las mujeres portadoras de la premutación tienen un riesgo elevado de:
- Tener hijos con síndrome de X frágil
 - Desarrollar insuficiencia ovárica primaria (POI)
 - Presentar en la edad adulta síndrome de temblor-ataxia asociado a X frágil (FXTAS)
 
Pronóstico
Aunque no tiene cura, la evolución depende del grado de afectación y la intervención oportuna. Con apoyo adecuado, muchas personas con SXF pueden desarrollar habilidades funcionales, comunicarse eficazmente y participar activamente en la sociedad. En casos leves, algunos pueden alcanzar un nivel de independencia parcial o total en la adultez.
Conclusión
El síndrome de X frágil es una condición genética con manifestaciones cognitivas, conductuales y físicas diversas. El diagnóstico temprano y el tratamiento personalizado pueden marcar una gran diferencia en el desarrollo y bienestar de quienes lo padecen. La concientización, el apoyo familiar y los avances en investigación genética son clave para ofrecer mejores oportunidades y calidad de vida a las personas con este síndrome.
